viernes, 10 de septiembre de 2010

RETRATOS DEL MAESTRO MODELO, PROMOTOR Y CRÍTICO DE LA LITERATURA

El maestro modelo cuando mira un libro, su rostro se ilumina, y su mirada es tan agradable que da gusto mirar de la misma manera.

Su boca parece hambrienta por la lectura, ya que el leer, le alimenta el gusto, y es la forma de saborear y nutrir su vida. Al observar tal festín alimenticio, sus estudiantes sienten, que ninguno desea resistir la tentación de comer lo mismo.
Tiene manos suaves que acarician el libro como si fuera un bebé recién nacido; y con estas manos concibe nuevos textos tan tersos que provocan ser palpados.
Siempre que llegas a su intimidad, lo sorprendes inmerso en la tina de la lectura, de los libros que sus estudiantes desean tomar para bañarse de ellos.
El sonido de su voz es tan agradable que el oírlo contar sus hallazgos literarios es tan atrayente, que hasta los textos más sobrios los convierte en un divertido juego de imaginaciones a partir de sus palabras. Cuando lo escuchan sus estudiantes, son trasladados o transfigurados, algunos sienten que están en cama oyendo la amorosa narración de sus padres.
Cuando los niños despiertan de la expresiva actuación de su maestro, quieren inmediatamente seguir disfrutando del delicioso reposo espiritual de la lectura, pues encuentran en ella, la solución a todos sus interrogantes, preocupaciones y anhelos.
Su cuerpo es tan firme que, tendido, sirve como puente entre el estudiante y los libros.
Y sus piernas son tan fuertes, que no se cansa de modelar la lectura.
El maestro promotor, tiene aptitudes de vendedor de productos, pues anima a la creación de la necesidad de leer artículos en particular.
Es intelectualmente listo, y deja espinas mentales en sus alumnos, quienes para sacarlas, quedan con la motivación de acercarse a los libros.
Sus dedos son tan suaves que sienten cuando se abren los códigos de las cajas fuertes del conocimiento, y enseña éstos códigos a sus estudiantes a fin de prepararlos para que abran sus propias cajas fuertes.
Conoce lugares literarios inexplorados por sus estudiantes y conoce tan bien a sus alumnos que les muestra el camino que lleva a unos sitios que ellos encuentran más placenteros que ningunos otros, y después de conocerlos, regresan a menudo por su cuenta y a veces encuentra allí a su maestro disfrutando.
El maestro crítico, tiene una visión notoria, ya que siempre va adelante en el camino de la lectura presentando las opciones de rutas a sus estudiantes, administradores y padres.
Tiene ojos grandes para observar los caminos de baja calidad en la literatura de sus estudiantes.
Tiene buen poder para inspirar a fin de orientar a la lectura provechosa, y no tan solo porque por ahí van los demás o por objetivos meramente pedagógicos.
Este maestro tiene buen oído al escuchar atentamente, para determinar lo mejor para ayudar a formar juicios de lectura.
Y un discernimiento notable, pues ayuda a formar criterios en los estudiantes, a fin de que sepan calificar los textos.

Edgar Ángel Mantilla Vargas
Regional Antioquia

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